Gran admirador de Joaquín Torres García, quien introdujo el arte moderno en la vida cultural del Uruguay, José Pereira se muestra de hecho más cerca de Klee y sobretodo del periodo parisino de Kandinsky.
Aparecen en el, preocupaciones de orden cósmico y una reflexión sobre las leyes de la genética así mismo como sobre los origines de la humanidad.
Gracias a tal confluencia su pintura se dilata, aérea, alegre, casi danzante y el resultado es el más estimulante que yo conozco…